Bajó del monte sólo para comprar puros, alcohol y carne.
En el pueblo, el sacerdote anunciaba ayuno.
Cuando se negaron a venderle carne, preguntó el por qué del ayuno.
- Hoy se respeta la carne, m' hijo, en honor a Jesucristo.
-¿ Que culpa tengo yo de las cagadas que se mandó Jesús?
Una vez mas, ratificó su condición de persona no grata en el pueblo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Yo tampoco tengo que ver nada con él y sus cagadas, ni sus biblias ni sus muertos elevados, que son sexos erguidos, seguramente. Con esos últimos sí tengo que ver, y mucho.
Salú tucumansito.
escribis muy divertido
claro que te lei!
me gusto lo que me contas
que envidia! :)
ese viaje wow
gaudi me enamora.
y si, es lo que me pasa
totalmente
me involucraria como algo estetico
la tecnica es la razon por la que no estudio o me dedico a eso
gracias por contarme eso :)
el pueblo nunca se juega
hacelo por vos.
vení, vení, vení, jugate ya
ese lugar es pueblo no grato en mi persona.
Publicar un comentario