X, después de cerrar la puerta de su departamento, tira la colilla al hueco del ascensor.
Una vez abajo (vive en un primer piso, usa las escaleras), sale a la calle sabiendo que se va a cruzar con el mecanico, dueño del sucio taller de planta baja.
El sol del mediodia hace que X se tome su tiempo, dude, en salir del zaguán.
Sus ojos registran entonces al mecanico, pelado, barbudo, las manos negras juguetean con una hoja de diario. Está hablando con su ayudante y con un pobre cliente que probablemente será victima de una estafa. Los tres discuten, el cliente parece firme, confiado.
Desde la puerta, a X sólo le llegan frases sueltas, mezcladas: ...me arreglaste esto pero me rompiste aquello, no fui yo, no me tomes el pelo, el auto ya estaba así antes de entrar al taller, devolveme la guita o te comes un kilombo...
El mecanico toma del brazo a su ayudante y lo lleva al interior de un renault nueve, en busca de privacidad.
En tan precaria "oficina", discuten tendidamente. El ayudante ( intuyendo lo que viene) gesticula, levanta la voz, mira nerviosamente su billetera.
Parece que el cliente, esta vez, está a salvo.
El estafado será el ayudante.
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1 comentario:
es robado el renault 9, turro
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